Las lluvias intensas de este sábado han provocado un aumento en los intentos de entrada irregular en Ceuta, tanto por mar como a través de la valla fronteriza, por parte de inmigrantes provenientes de Marruecos.
Los intentos por el mar continúan sin interrupción, al igual que los cruces por la frontera terrestre. La frontera muestra una permeabilidad que facilita la entrada casi diaria de subsaharianos, quienes, tras llegar a territorio ceutí, documentan su llegada al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) mediante vídeos publicados en redes sociales.
A pesar del alto coste del sistema de control fronterizo, que depende del Ministerio del Interior, la sensación en el terreno es de insuficiente eficacia, con una presión constante que no disminuye.
Persecución tras pisar tierra firme
La situación en el mar continúa siendo especialmente delicada. Numerosos inmigrantes se lanzan al agua con la intención de bordear los espigones y llegar nadando a la costa, lo que pone en riesgo sus vidas.
Uno de estos casos ocurrió cuando un joven magrebí logró alcanzar tierra firme y comenzó a huir a la carrera. La Guardia Civil desplegó un operativo que finalizó con su localización cerca del Mercadona de la Almadraba.
Varios vehículos del Instituto Armado coordinaron las maniobras para interceptar al joven, quien vestía un traje de neopreno e intentaba escapar hacia los barrios cercanos. Finalmente, fue detenido cerca de una rotonda y llevado de nuevo a la frontera.
La acción fue registrada en un vídeo proporcionado a El Faro y se suma a otras muchas intervenciones similares realizadas durante la jornada.
Intentos constantes de entrada
Como suele suceder con la llegada de condiciones meteorológicas adversas, los inmigrantes aprovechan la menor vigilancia en el lado marroquí para intentar cruzar hacia Ceuta.
Los intentos de entrada son continuos y muchos no se reflejan en los partes oficiales. Las unidades de la Guardia Civil asignadas se ven desbordadas, especialmente en el ámbito marítimo, donde las operaciones se llevan a cabo en condiciones difíciles.
La situación en la valla fronteriza tampoco mejora, ya que los saltos se producen diariamente. La escasez de personal y la falta de efectividad de algunos métodos para impermeabilizar la frontera contribuyen a un escenario de descontrol que no cuenta con solución a corto plazo.
