El expresidente de Aragón critica con firmeza la gestión gubernamental y señala un aumento de la inquietud entre la base socialista
Javier Lambán, expresidente de Aragón y figura destacada del ala crítica dentro del PSOE, manifestó este jueves un claro cuestionamiento al rumbo del Ejecutivo encabezado por Pedro Sánchez, instándole a «poner fin a esta crisis», en alusión a la serie de polémicas que han afectado recientemente al partido. Aunque no solicitó directamente elecciones generales, sus palabras sugieren esa posibilidad.
El detonante para Lambán fue el conocido caso Leire Díaz, tras la revelación de grabaciones en las que esta militante socialista se reunió con empresarios buscando datos comprometedores sobre el teniente coronel Antonio Balas, jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. El PSOE inició un expediente informativo sin llegar a suspender la militancia de Díaz y negó que actuara bajo instrucción del partido.
Este episodio se suma a otras controversias relacionadas con el entorno del presidente Sánchez, como la investigación a su esposa Begoña Gómez, la imputación de su hermano David Redondo, y grabaciones polémicas del exministro José Luis Ábalos vinculadas al caso Koldo. Lambán señala que estas situaciones han generado una «creciente inquietud» en la militancia.
El exdirigente aragonés aseguró que «las explicaciones para contener estas controversias, sean ciertas o no, se están desvaneciendo ante la opinión pública». Añadió que «gobernar resulta inviable desde 2023 con los actuales socios y aliados». Para él, el Gobierno está agotado tanto política como éticamente, por lo que debe existir una salida democrática: «De estar en su lugar, el presidente Sánchez terminaría con esta situación».
La postura de Lambán no es novedosa, pero ha ganado gravedad. El 2 de mayo expresó su preocupación sobre el futuro del PSOE durante el aniversario de su fundación. Entonces hizo un llamado a una «reflexión profunda sobre el presente incierto» y a regresar a los valores de la socialdemocracia representados por líderes como Felipe González, Alfonso Guerra y Nicolás Redondo.
En los últimos días, otras voces relevantes dentro del partido, como Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha; Patxi López, portavoz parlamentario; y Cristina Narbona, presidenta del PSOE, también han manifestado su preocupación por el impacto de estos casos en la credibilidad tanto del Gobierno como del partido.
Mientras tanto, la dirección del PSOE continúa trabajando para controlar la crisis interna y preservar el apoyo de sus socios en el parlamento, aunque enfrenta crecientes dificultades.
