Carles Puigdemont, líder de Junts, confirmó este lunes la ruptura del acuerdo de investidura con el PSOE y comunicó que su partido pasará a ejercer como oposición, enviando un mensaje directo al presidente Pedro Sánchez: “Podrá ocupar cargos, pero no podrá gobernar”.
En una rueda de prensa celebrada en Perpiñán, Puigdemont explicó que esta decisión llevará a la legislatura española a un bloqueo parlamentario, aunque descartó convocar elecciones anticipadas. “Sánchez sabe que no cuenta con la confianza de la Cámara. La decisión de convocar comicios depende de él”, sostuvo, dejando la responsabilidad al Gobierno.
El dirigente independentista subrayó que su formación no entablará negociaciones en el Congreso y que, salvo excepciones puntuales, no respaldará las iniciativas del Ejecutivo. Además, anunció el cierre definitivo de la denominada “mesa de Suiza”, un órgano de diálogo confidencial que se reunió 19 veces bajo la tutela de un mediador salvadoreño: “Él ya está informado, la mesa ha concluido”, afirmó, reprochando al PSOE la falta de cumplimiento de los acuerdos.
La decisión, aprobada por unanimidad por la ejecutiva de Junts, deberá ser ratificada por el Consejo Nacional y finalmente por la militancia en una consulta prevista entre miércoles y jueves.
Puigdemont indicó que la ruptura se debe a repetidas faltas de compromiso por parte del Gobierno, como la demora en publicar las balanzas fiscales o la desclasificación de documentos vinculados a los atentados del 17-A, y afirmó que mantener el pacto es insostenible. Sin embargo, descartó apoyar una moción de censura conjunta con PP y Vox, recordando que cuando su partido ha tenido que elegir, siempre se ha mostrado a favor del PSOE.
Esta ruptura coincide con el octavo aniversario de la declaración unilateral de independencia de Cataluña, un evento de gran importancia simbólica para el movimiento secesionista y para Puigdemont, quien lideró aquella iniciativa antes de exiliarse.
Por otro lado, ERC intentó aprovechar políticamente la ruptura del acuerdo, con su portavoz Isaac Albert señalando que su formación “no renunciará a ejercer la influencia que posee en beneficio de Cataluña”, en un mensaje crítico hacia Junts.
Este paso representa una nueva fase de tensión entre el Gobierno central y el independentismo catalán, con Junts adoptando una postura confrontativa que complica el escenario político del presidente Sánchez y aumenta el riesgo de estancamiento en el Parlamento.


