La implantación de la Formación Profesional (FP) Dual en Ceuta enfrenta serias dificultades. La falta de financiación adecuada, el reducido tejido empresarial, la compleja gestión administrativa bajo el Ministerio de Educación y los constantes cambios normativos han provocado un ambiente de inquietud que, según los sindicatos, podría llevar a movilizaciones en enero.
Desde comienzos de este año, la comunidad educativa de Ceuta ha manifestado que la implementación del nuevo modelo —que será obligatoria a partir del curso 2024/2025 tras la aprobación de la ley orgánica de 2022— se ha hecho con prisas, sin contemplar las particularidades de la ciudad. La FP Dual integra las prácticas en la formación desde el inicio, un sistema adoptado en gran parte de España, pero que en Ceuta presenta importantes retos, según docentes y sindicatos.
Un modelo no adaptado a Ceuta
Pepe Lobato, responsable de Formación Profesional en UGT Ceuta, señala que la principal dificultad radica en la escasez de empresas que puedan acoger la cantidad y diversidad de estudiantes que demanda el nuevo sistema.
«Ceuta carece de un tejido empresarial suficientemente amplio para incorporar desde el inicio a tantos alumnos en prácticas. Para asignaturas básicas podría funcionar, pero en ciclos específicos un estudiante con pocos meses de formación no está preparado para desempeñar tareas reales en una empresa», afirma Lobato, mencionando áreas como diagnósticos clínicos o electrónica avanzada, que requieren conocimientos técnicos aún no adquiridos por los alumnos.
El sindicalista compara esta situación con territorios como Madrid, donde existen grandes entidades —como AENA o RENFE— con centros especializados para FP. «Aquí, el tejido empresarial es más limitado y los avances son lentos. Los futuros profesionales necesitan oportunidades inmediatas», añade.
Convenios empresariales que se revisan repetidamente
Una fuente frecuente de conflicto es la gestión de los convenios con las empresas. Los centros educativos indican que los acuerdos suelen redactarse, modificarse, devolverse y a veces anularse tras enviarlos a la administración. «Esto resulta muy agotador para el profesorado», lamenta Lobato.
Explica que los convenios se firman con fechas y alumnado asignado, pero al ser enviados a la administración en Madrid, pueden rechazarse por cambios last-minute en algún apartado. «Esto representa horas de trabajo no remuneradas que disminuyen el tiempo destinado a la formación. Es un sobreesfuerzo considerable», señala.
El sindicalista Juan Luis Aróstegui ha denunciado que algunos convenios han tenido que ser elaborados hasta cuatro veces, información que este medio ha confirmado.
Recursos limitados y compromisos incumplidos
Lobato destaca que la financiación prometida para la implantación de la FP Dual no se ha recibido en los niveles anunciados, lo cual repercute en equipamiento, digitalización, cooperación empresarial y desarrollo de los ciclos. «Con recursos escasos, los avances son limitados. Se busca calidad sin respaldo financiero», critica.
Reconoce que las acreditaciones profesionales han comenzado a activarse en algunos institutos, pero insiste en que el principal problema continúa siendo la FP Dual: «Se ha idealizado un modelo que no refleja la realidad local».
Protestas previstas para enero
En la última reunión sindical del profesorado en Ceuta se acordó fijar enero como plazo límite. Si el Ministerio no toma medidas, se convocarán movilizaciones que podrían incluir a todos los centros con Formación Profesional.
El plan inicial es realizar una sesión informativa para exponer las dificultades comunes y luego decidir las acciones a seguir. «Contamos con el apoyo del alumnado. Desde Madrid deben conocer la situación aquí», enfatiza Lobato.
Asimismo, el sindicalista critica que representantes gubernamentales, incluido el Secretario de Estado de Educación, hayan visitado Ceuta solo de manera simbólica, sin implementar medidas concretas. «El profesorado está al límite», concluye.
«Si no se proveen recursos, será necesario actuar»
Recuerda que la FP demanda una vinculación constante con el entorno laboral, inversión sostenida y acompañamiento. «El gobierno promueve la excelencia de la FP, pero esa realidad solo se aprecia en unos pocos centros en España; lo demás difiere», señala.
Por ello, advierte que el profesorado asumirá el liderazgo en enero para exigir los recursos imprescindibles. «Debemos defender tanto al alumnado como al profesorado. Si no hay cambios, será necesario tomar medidas».



