El Partido Popular enfrenta un descenso en su fortaleza electoral tras las recientes elecciones. De acuerdo con los datos disponibles, más de un millón de votos han sido desplazados hacia Vox, evidenciando una disminución en la lealtad de su electorado.
Mientras que Santiago Abascal conserva el respaldo del 84,5% de sus votantes, fortaleciendo así su base, el PP experimenta una notable reducción en la confianza de sus seguidores. Esta tendencia no solo afecta las perspectivas del partido conservador en futuras elecciones, sino que también consolida la influencia de Vox dentro del espectro político de la derecha.
El movimiento de votos entre ambos partidos muestra que el electorado popular está dividido y tiende cada vez más a apoyar las posiciones más firmes que propone Vox. El desarrollo de esta situación será determinante para el balance de fuerzas en el Parlamento y las estrategias políticas que ambos partidos implementen en los próximos meses.