Plenario del Think Tank Hispania 1188
La Ciudad Autónoma de Ceuta presenta una de las estructuras institucionales más singulares del panorama político español actual. Tras los comicios locales, el Partido Popular obtuvo nueve escaños, lo que no fue suficiente para alcanzar la mayoría absoluta, y decidió establecer un acuerdo circunstancial con una facción del PSOE. Este pacto ocasionó un notable descontento en las bases populares y provocó una división patente dentro del socialismo local.
¿Qué modelo refleja esta “democracia peculiar”?
¿Quién es la voz representativa del votante liberal? ¿Qué sucede con los autónomos afectados por la burocracia? ¿Qué perspectivas tienen los comerciantes que buscan menos restricciones y mayor libertad?
Un PSOE dividido
El primer impacto del acuerdo fue profundo: el PSOE local se fracturó en dos sectores. Uno oficialista, que apoya al Gobierno popular; otro crítico, marginado por oponerse a esta coalición temporal. Esta fragmentación ha dejado al partido, que durante años ejerció como una oposición sólida, en una situación ideológica confusa y con dificultad para definir su rumbo.
El enfoque personalista de MDyC
El caso de MDyC merece una reflexión particular. Bajo la dirección de Fátima Hamed, el partido ha abandonado cualquier pretensión ideológica generalista para convertirse en una formación centrada en lo personal y en una identidad definida, dirigida principalmente a la comunidad musulmana local.
La reciente asignación de la Vicepresidencia de la Mesa de la Asamblea a su líder representa el cierre de un período. MDyC, antes combativo y rupturista, parece hoy más enfocado en la distribución institucional que en impulsar cambios políticos amplios o defender propuestas inclusivas.
No se cuestiona su legitimidad electoral, pero llama la atención la falta de propuestas integradoras y con visión que abarque a toda la ciudadanía.
El PP de Ceuta: un espacio sin claro perfil ideológico
Por otra parte, el Gobierno del Partido Popular en Ceuta parece actuar en un ámbito diferente, desligado tanto de sus electores habituales como de las directrices nacionales del partido.
No se observan alineamientos con las políticas de Isabel Díaz Ayuso, Alberto Núñez Feijóo ni con el proyecto nacional del PP. ¿Dónde están las iniciativas a favor de la empresa, los autónomos y la libertad económica?
Se sostiene una estructura paralela a través de empresas municipales sobredimensionadas, que más que impulsar la economía, funcionan como soporte electoral. Esta forma de «intervencionismo local» resulta atípica para un partido de centro-derecha y pone en riesgo la eficiencia institucional y la viabilidad financiera de la ciudad.
Ausencia de un enfoque liberal en las políticas públicas
¿Se han planteado reducciones fiscales? Ninguna.
¿Se han promovido desregulaciones para incentivar la inversión? Cero.
¿Existe un plan para controlar el gasto político? No.
¿Se tomaron medidas de apoyo a la clase media? No hay respuestas.
El gasto estructural sigue creciendo, las redes clientelares se fortalecen y la lógica basada en la eficiencia y el mérito se desvanece.
¿Qué conexión tiene el PP de Ceuta con Isabel Díaz Ayuso?
Díaz Ayuso representa el liberalismo institucional basado en:
- Reducción de impuestos
- Menos trabas administrativas
- Mayor libertad económica
- Defensa del constitucionalismo
- Apoyo al emprendedor y coherencia política
En contraste, el PP ceutí solo comparte las siglas. Su gestión local está enfocada en la supervivencia política sin una agenda clara de reformas. No se aprecia estrategia, doctrina ni proyecto transformador para Ceuta como Ciudad Autónoma, enclave europeo o frontera del mundo libre.
Conclusión: una democracia sin contenido real
Formalmente, la democracia en Ceuta funciona, pero desde un punto de vista sustancial resulta profundamente peculiar.
- Acuerdos sin base ideológica clara
- Partidos identitarios sin programas definidos
- Un gobierno carente de dirección
- Desconexión total respecto al liberalismo del PP
En medio de esto, el ciudadano ceutí libre, emprendedor y comprometido con el progreso y la estabilidad, carece de una representación auténtica.
Es momento de iniciar una nueva etapa política en Ceuta, basada en principios firmes, ideas claras y acciones transformadoras, con determinación y sin artificios.
Ceuta y sus habitantes lo merecen.
Epílogo: un modelo con proyección
Por cierto, Juan Bravo, recientemente distinguido por la Cámara de Comercio, representa lo que Ceuta necesita: rigor, capacidad y compromiso con la generación de riqueza como camino para superar la pobreza. ¡Viva la libertad!
Felicitamos al Sr. Bravo y a quienes reconocieron su trayectoria. Si continúa su labor, resultará beneficioso para Ceuta. Y quienes hoy critican, en el futuro pedirán lo que otros no supieron ofrecer.
