El mes de octubre ha sido complicado para Lamine Yamal dentro de su desarrollo como futbolista. El joven que lleva el ‘10’ del Barcelona enfrentó dificultades físicas y un entorno mediático complicado que han detenido el buen arranque que mostró al inicio de la temporada.
Todo comenzó el 1 de octubre con la derrota frente al PSG (1-2), partido en el que el extremo azulgrana fue contenido con efectividad por Nuno Mendes y la estrategia de Luis Enrique. El mes concluyó en el Santiago Bernabéu durante el Clásico, donde el Barça perdió (2-1) y Lamine se mostró alejado del rendimiento que lo destacó como una de las promesas europeas el pasado curso.
Entre estos partidos, el futbolista sufrió una lesión en el pubis que le impidió jugar contra el Sevilla y ausentarse en la convocatoria de la Selección. La recuperación estuvo marcada por polémicas, ya que un viaje a Croacia junto a su pareja durante dicho periodo generó críticas en redes sociales y dentro del club. La tensión aumentó durante la semana del Clásico tras su participación en la Kings League y unas declaraciones sobre el Real Madrid que intensificaron la rivalidad. Bellingham respondió en redes diciendo “Hablar es gratis” después del encuentro.
Sus estadísticas de octubre reflejan esta caída: 319 minutos en cancha, un gol de penalti ante el Olympiacos y una asistencia a Pedri en el duelo contra el Girona. Sin embargo, lo más inquietante son las sensaciones: ha disminuido su efectividad en el uno contra uno, ha perdido explosividad inicial y ha bajado su confianza en el terreno de juego.
Dentro del vestuario y en las oficinas del club se debate el rumbo que debería tomar. Algunos opinan que debería reducir su presencia pública para enfocarse en la mejora personal de manera discreta, mientras que otros defienden su naturalidad y recuerdan que ha demostrado que puede rendir a gran nivel manteniendo su estilo auténtico.
Su entrenador, Sorg, pidió tranquilidad tras el Clásico: “Es un jugador joven, requiere tiempo y le apoyaremos todos”. Ahora, Lamine afronta un noviembre decisivo, con la necesidad de que el Barcelona mejore sus resultados y un parón de selecciones donde podría enfrentar a Carvajal nuevamente. Tras un “octubre complicado”, la meta es clara: recuperar su esencia y volver a destacar.