El golpista Antonio Tejero, conocido por su intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, vuelve a ocupar un lugar destacado entre los defensores del franquismo en vísperas de un nuevo aniversario de ese fallido asalto al Congreso. El exteniente coronel de la Guardia Civil, que ha permanecido en gran medida alejado de los focos en los últimos años, ha visto su nombre incluido en un manifiesto de apoyo a la dictadura de Francisco Franco, en el que también figuran otros 40 exmilitares, sacerdotes y figuras de la ultraderecha.
Tejero, quien en 2019 se dejó ver en las protestas por la exhumación de Franco, reaparece en la actualidad como uno de los firmantes del manifiesto impulsado por la Plataforma 2025, una organización ultraderechista creada con el fin de contrarrestar la Ley de Memoria Democrática, que busca reconocer y reparar a las víctimas del franquismo. La plataforma, encabezada por el empresario falangista Álvaro Romero, sostiene que el régimen de Franco fue un «pilar fundamental» para la España actual, defendiendo su figura como «la espada más limpia de Europa» y como «el artífice de la victoria militar y espiritual de España sobre el comunismo y el socialismo».
En el manifiesto, también aparecen los nombres de dos de los hijos de Tejero: el sacerdote Ramón Tejero Diez y el propio Antonio Tejero Diez, exguardia civil cesado en 2014 tras celebrar el golpe de Estado en el cuartel de Valdemoro. Este grupo de ultras, que se presenta como una resistencia frente a lo que consideran un ataque a la memoria histórica de España, defiende abiertamente la dictadura y desafía las leyes que buscan erradicar el legado del franquismo.
Además, a finales de 2024, el Movimiento Católico Español (MCE) había anunciado un homenaje a Tejero en Málaga, aunque hasta la fecha no se han divulgado más detalles. La figura del golpista, a pesar de las controversias y críticas por su rol en la historia de España, sigue siendo reivindicada por sectores de la ultraderecha que consideran que la democracia española actual está demasiado influenciada por el legado de la transición.
Mientras tanto, la Ley de Memoria Democrática, que continúa siendo un tema candente en el debate político, sigue enfrentando desafíos por parte de los sectores más conservadores, que buscan recuperar figuras como Tejero y Franco en un contexto de creciente polarización.
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