El ministro y dirigente del Partido Istiqlal dirige una carta al presidente del PP solicitando su respaldo al plan de autonomía marroquí mientras Rabat bloquea sin previo aviso las fronteras comerciales con las ciudades autónomas bajo control del PP.
Marruecos ha enviado un claro mensaje político al Partido Popular en medio de la actual tensión fronteriza. Días después de que el Congreso Nacional del PP recibiera al representante del Frente Polisario en España y reiterara su defensa del respeto al derecho internacional en el conflicto del Sáhara Occidental, Rabat decidió cerrar unilateralmente las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla, ambas administradas por el partido de Alberto Núñez Feijóo.
Este cierre, que Marruecos atribuye informalmente a la Operación Paso del Estrecho, coincide con la recepción en Génova 13 de una carta firmada por Nizar Baraka, secretario general del Partido Istiqlal, miembro del Gobierno marroquí y actual ministro de Infraestructuras y Recursos Hídricos. En la carta, Baraka solicita al líder popular que clarifique su posición respecto al Sáhara y se sume al plan de autonomía propuesto por Marruecos en 2007, el cual plantea una solución bajo soberanía marroquí.
“Manifestamos nuestra seria inquietud ante la falta de definición del Partido Popular sobre la cuestión del Sáhara marroquí”, señala el texto fechado el 10 de julio. Baraka considera “notable” que el PP, a pesar de su influencia política y su pertenencia al Partido Popular Europeo, aún no haya apoyado esta iniciativa internacional histórica a favor del plan marroquí.
Nizar Baraka, Secretario General del Partido Istiqlal
Un plan presentado en 2007 con escasos avances
En la misiva, Baraka detalla el contenido del plan de autonomía marroquí, un documento breve presentado hace 17 años que desde entonces ha quedado estancado. Según el ministro, esta propuesta representa “el único marco viable y realista” para resolver un conflicto congelado desde la retirada española en 1975.
“Ha sido respaldado por Estados Unidos, Francia, Reino Unido y más de veinte países europeos, además de gobiernos africanos, árabes y latinoamericanos”, asegura Baraka, quien sostiene que esta iniciativa no solo favorecería la estabilidad en la región del Magreb y Sahel, sino que también ayudaría a disminuir la migración irregular al promover “el desarrollo y la generación de empleo” en el Sáhara Occidental.
La carta enfatiza que Marruecos espera que el Partido Popular actúe con “transparencia y perspectiva estratégica”, acorde con lo que describe como una “relación ejemplar” entre ambos países. Asimismo, Baraka ofrece fortalecer el diálogo entre las formaciones políticas, un vínculo establecido hace más de 25 años en el marco de la Internacional Demócrata de Centro.
Presión política en un contexto fronterizo tenso
Esta acción de Marruecos ocurre en un momento de presión creciente hacia España y, en particular, contra el principal partido de la oposición. El cierre reciente de las aduanas de Ceuta y Melilla —que se habían reabierto hace solo seis meses tras años de bloqueo— se realizó sin comunicación formal por parte de Rabat. Tampoco se registraron explicaciones diplomáticas más allá de referencias imprecisas a aspectos logísticos vinculados a la Operación Paso del Estrecho.
La carta dirigida a Feijóo llega pocos días después de que el PP recibiera en su congreso al delegado del Frente Polisario en España, un gesto interpretado por Marruecos como un cambio en la postura del partido respecto al contencioso saharaui.
El estancamiento del conflicto en la ONU
El Sáhara Occidental continúa siendo considerado por Naciones Unidas como un territorio no autónomo pendiente de descolonización. Actualmente, Marruecos controla aproximadamente el 80% del territorio y propone una autonomía dentro de su soberanía. Por otro lado, el Frente Polisario, que proclama la República Árabe Saharaui Democrática —reconocida por varios países— reclama un referéndum de autodeterminación, una base legal respaldada por la ONU.
Aunque algunos estados, como Estados Unidos, han reconocido la soberanía marroquí sobre el Sáhara, la situación jurídica en el proceso de negociación liderado por la ONU se mantiene sin modificaciones. El enviado especial del Secretario General, Staffan de Mistura, sigue trabajando diplomáticamente para relanzar las conversaciones entre las partes, hasta ahora sin resultados concretos.