Después de diez meses de pesquisas, los Mossos d’Esquadra prosiguen con la investigación sobre los hechos que rodearon el fallecimiento de Isak Andic, creador de la firma Mango. La principal duda radica en determinar si la caída en la montaña fue producto de un accidente o si existió la participación de otra persona.
Hasta ahora, no se han hallado evidencias directas que apunten a un homicidio, pero la suma de diferentes indicios ha motivado que la instrucción judicial siga abierta, generando incertidumbre y tensión en la familia Andic.
El caso permanece bajo secreto de sumario mientras la policía analiza detenidamente cada detalle de los últimos movimientos del empresario y de su entorno cercano. Las próximas semanas serán decisivas para esclarecer si la muerte fue un accidente trágico o si hay responsabilidades pendientes por determinar.