El Gobierno analiza la posibilidad de ascender al coronel jefe Rafael Yuste para desplazarlo de la Unidad Central Operativa y colocar a un mando más afín.
La administración de Pedro Sánchez está planeando una reorganización en la cúpula de la Guardia Civil, centrando la atención en la Unidad Central Operativa (UCO). Según fuentes con conocimiento directo, la intención es desactivar las pesquisas en curso vinculadas al entorno del presidente, específicamente los casos de Santos Cerdán y Begoña Gómez, que todavía están en fase de instrucción judicial.
Entre las opciones que se contemplan, destaca el posible ascenso del coronel Rafael Yuste, actual jefe de la UCO, al rango de general. Este cambio conllevaría su traslado a otro destino, lo que facilitaría la designación de un nuevo responsable para la unidad. Diversos sectores interpretan esta maniobra como un intento de colocar a un mando más alineado con las directrices gubernamentales.
Los reemplazos no se limitarían a Yuste. Moncloa valora hacer al menos dos cambios adicionales en cargos claves dentro de la Guardia Civil, una medida que fuentes críticas ven como un intento de incrementar el control sobre las investigaciones sensibles que involucran al Ejecutivo.
La tensión entre el Gobierno y la UCO se ha incrementado. La semana pasada, Pedro Sánchez acusó a la unidad de actuar con una perspectiva politizada. En una misiva dirigida a miembros del PSOE, el presidente acusó que el informe de la UCO sobre Santos Cerdán se habría usado «en un intento deliberado de la derecha para derribar a un Gobierno legítimo».
La Unidad Central Operativa es una división especializada de élite dentro de la Guardia Civil, dedicada a investigaciones complejas relacionadas con corrupción, crimen organizado y delitos económicos. Sus informes han sido clave en asuntos que afectan a partidos políticos de diferentes signos.
Estas posibles sustituciones han generado críticas por parte de quienes denuncian una posible injerencia en la independencia de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Mientras tanto, los procesos judiciales continúan y mantienen la presión sobre el círculo próximo al presidente.
