Este jueves por la mañana, la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra llevaron a cabo un registro en el laboratorio de investigación animal IRTA-CReSA, situado en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), en relación con la investigación sobre el origen del brote de peste porcina africana (PPA) detectado en Catalunya.
La orden para esta diligencia provino del Juzgado de Instrucción número 2 de Cerdanyola del Vallès, en el contexto de unas diligencias previas declaradas secretas. Ambos cuerpos señalaron que la inspección se ejecuta bajo protocolos de seguridad rigurosos, propios de instalaciones que trabajan con virus de alta peligrosidad.
En una sesión parlamentaria, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, subrayó que hasta ahora no existen indicios que apunten a laboratorios o centros especializados como origen del brote. Actualmente, el foco se localiza en la zona de Collserola, donde se han confirmado 26 casos positivos en jabalíes dentro de un perímetro de seis kilómetros.
Para determinar el origen del brote, se han establecido cinco líneas de investigación: dos lideradas por la Conselleria de Agricultura, una por el Institut de Recerca Biomèdica, otra por el Ministerio y las autoridades europeas, y una última coordinada por Mossos y Guardia Civil.
Catalunya no había registrado casos de PPA desde 1994. Tras un brote en Bélgica en 2018, se incrementó la vigilancia en el sector porcino, que representa el 40% de la producción nacional, y se reforzaron los controles sobre jabalíes y las medidas de bioseguridad en las explotaciones. Los primeros casos del brote actual se confirmaron el 26 de noviembre, cuando el CReSa detectó dos jabalíes muertos positivos en Collserola, resultado luego confirmado por el Laboratorio Central de Veterinaria en Algete (Madrid).
De los 284 jabalíes analizados hasta la fecha, 26 han resultado positivos, mientras que todas las explotaciones porcinas ubicadas en un radio de 20 kilómetros siguen libres de infección.


