La propuesta parlamentaria para disminuir el límite legal de alcoholemia en España, que busca reducir la tasa de 0,5 g/l a 0,2 g/l en sangre, se encuentra paralizada en el Congreso de los Diputados debido a la falta de avance en las negociaciones entre los grupos políticos.
A pesar de contar con un amplio apoyo y de haber sido promovida por el PSOE junto al Ministerio del Interior como una medida para aumentar la seguridad vial, su trámite está detenido en la Comisión de Seguridad Vial de la cámara baja. Según fuentes parlamentarias, esta situación se debe a la presión ejercida por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que condiciona su respaldo a la cesión de competencias sobre los exámenes de conducir a la Generalitat.
El ministro del Interior, Fernando Grande‑Marlaska, ha solicitado en repetidas ocasiones que la reforma se apruebe sin más demoras, resaltando que no puede postergarse más. No obstante, las negociaciones entre el PSOE y otras formaciones no han logrado progresar lo suficiente para romper el bloqueo.
ERC argumenta que la transferencia de la gestión de los exámenes de conducir a Cataluña permitiría reducir las listas de espera y mejorar la organización de las pruebas, aspectos que consideran esenciales antes de otorgar un apoyo definitivo a la disminución del límite de alcoholemia.
El proyecto de ley también incluye la unificación del límite máximo de alcohol en sangre para todos los conductores y la prohibición de divulgar información acerca de los controles de alcohol y drogas, ambas medidas orientadas a la seguridad vial y aún pendientes de aprobación.


