El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, vuelve a estar en el centro de la polémica tras revelarse que compartió planes militares confidenciales sobre un ataque contra los hutíes en Yemen con un grupo privado en la aplicación de mensajería Signal, en el que se encontraban su esposa, su hermano y su abogado. La información fue publicada este domingo por The New York Times y ha sido confirmada por otros medios estadounidenses.
El grupo de Signal fue creado por el propio Hegseth desde su teléfono personal y estaba compuesto por una decena de personas de su círculo íntimo, incluyendo a Jennifer Rauchet, su esposa y exproductora de Fox News; Phil Hegseth, su hermano y actual asesor en el Pentágono; y Tim Parlatore, su abogado personal y comandante de la Marina. Según las fuentes citadas, el contenido del chat incluía los mismos detalles operativos que se habían filtrado previamente en otro grupo de Signal en el que, por error, fue incluido el director de The Atlantic, Jeffrey Goldberg. Entre la información compartida figuraban horarios de vuelo de aviones F/A-18 Hornets con objetivos hutíes en Yemen.
El uso de una aplicación de mensajería comercial y la divulgación de información militar sensible ha generado fuertes críticas. Aunque el presidente Donald Trump reiteró su respaldo a Hegseth a través de su portavoz, Karoline Leavitt, varios legisladores demócratas han solicitado su dimisión inmediata.
Hegseth, por su parte, no ha negado la veracidad de los hechos. En su lugar, ha atacado a los medios de comunicación y ha acusado a antiguos empleados del Pentágono de filtrar información con la intención de dañar su reputación. “Esto es lo que hacen los medios. Recurren a fuentes anónimas y tratan de destruir a las personas. Conmigo no lo lograrán”, declaró durante un acto en la Casa Blanca.
El escándalo ha tenido un efecto dominó en la cúpula del Departamento de Defensa. En las últimas semanas, Hegseth ha despedido a varios de sus principales colaboradores, incluidos su jefe de gabinete, Joe Kasper, y el portavoz del Pentágono, Sean Parnell. Otros funcionarios como Dan Caldwell, Darin Selnick y Colin Carroll también fueron cesados o forzados a dimitir, supuestamente por su implicación en filtraciones no autorizadas.
En una declaración conjunta publicada este fin de semana en la red social X, Caldwell, Selnick y Carroll negaron haber filtrado información y expresaron su decepción por la forma en que terminó su servicio en el Departamento de Defensa. “Los tres servimos con honor. Conocemos el valor de la seguridad de la información y siempre la protegimos”, afirmaron.
El inspector general en funciones del Pentágono, Steven Stebbins, anunció a principios de abril que se ha iniciado una investigación oficial para determinar si el uso de Signal por parte de altos funcionarios, incluido Hegseth, violó las políticas internas del Departamento de Defensa.
Mientras tanto, el Pentágono atraviesa lo que algunos medios han calificado como un “mes de caos”, marcado por filtraciones, despidos masivos y acusaciones cruzadas entre altos funcionarios. La situación representa una distracción significativa para la Administración Trump y pone en entredicho la seguridad operativa de las fuerzas armadas de EE. UU.
