El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciará próximamente una iniciativa para que Cataluña y el País Vasco sean reconocidos como miembros asociados de la UNESCO. Este paso busca fortalecer la proyección internacional de estas comunidades en áreas como la cultura, la educación y el turismo.
De acuerdo con el propio presidente, esta propuesta forma parte de una estrategia política más extensa orientada a implementar varios acuerdos parlamentarios logrados durante la presente legislatura, en especial con partidos nacionalistas que respaldan al Ejecutivo en el Congreso de los Diputados.
Con este reconocimiento como miembros asociados, ambas regiones podrán participar de forma más directa en actividades y foros de la UNESCO, sin que esto implique un reconocimiento como un Estado independiente. Esta categoría, contemplada en el sistema de Naciones Unidas, está destinada a territorios con competencias propias en ámbitos culturales, educativos o científicos.
Además, el Gobierno planea extender esta modalidad a otros organismos internacionales, como la Organización Mundial del Turismo, con la finalidad de aumentar la presencia internacional de Cataluña y el País Vasco en sectores clave para sus economías.
Desde el Ejecutivo se insiste en que esta medida respeta el marco constitucional vigente y no afecta la unidad del Estado. Sin embargo, ha generado debate político debido a que es un reconocimiento poco frecuente para comunidades autónomas españolas. Este anuncio ha vuelto a poner sobre la mesa la discusión sobre el papel de las regiones en la política exterior y su visibilidad en organizaciones multilaterales.


