Después de más de ocho años en el extranjero, Carles Puigdemont se enfrenta al inicio de 2026 como un punto clave para su posible retorno a España. El primer trimestre del año se advierte como un complejo enfrentamiento legal entre el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), el Tribunal Constitucional (TC) y el Tribunal Supremo (TS), que ha mantenido hasta ahora su postura firme contra la amnistía por malversación.
Plan de defensa: El «efecto dominó»
En el entorno de Junts impera la confianza. Se prevé que una decisión positiva en la justicia europea genere una secuencia de reacciones que lograrían que el Supremo revise su posición:
1. Febrero: Decisión del TJUE. Se anticipa que la corte de Luxemburgo siga las recomendaciones del abogado general, Dean Spielmann, quien indicó que la amnistía no infringe el derecho comunitario ni pone en riesgo los intereses financieros de la Unión.
2. Marzo: Respaldo del Constitucional. Con la aprobación europea, el TC, con mayoría progresista, podría anular las resoluciones del Supremo, argumentando la vulneración de derechos fundamentales por no aplicar la ley respecto a la malversación.
3. Interpretación de la malversación: El punto clave es si el TJUE aclara que la utilización de fondos públicos para el procés no constituyó un «enriquecimiento personal», lo que desmantaría el argumento del juez Pablo Llarena y la Sala de lo Penal para excluir a Puigdemont de la amnistía.
La carta decisiva del Tribunal Supremo
A pesar del optimismo en Waterloo, el Tribunal Supremo conserva una acción crucial. Si el TJUE no es claro respecto a la malversación, el TS podría plantear una cuestión prejudicial propia.
• Suspensión del proceso: Esta estrategia retrasaría nuevamente la aplicación de la amnistía para los huidos y condenados, como Oriol Junqueras, hasta que Luxemburgo se pronuncie específicamente sobre el uso indebido de fondos.
• Riesgo del «acto aclarado»: Desde el entorno de Puigdemont advierten que, si el TJUE se manifiesta ampliamente en febrero, una nueva consulta del Supremo podría ser rechazada por considerarse un asunto ya resuelto.
Posible regreso y riesgo de detención
El escenario más probable apunta a que Puigdemont volverá a España si el Tribunal Constitucional le concede el amparo antes de que finalice la primavera.
• Libertad provisional: Aunque la orden de detención sigue vigente, expertos legales indican que, tras el amparo del TC, el Supremo difícilmente mantendría medidas cautelares de prisión. Puigdemont debería comparecer ante el TS, pero probablemente quedaría en libertad mientras se cierra el caso definitivamente.
Un entorno europeo más estricto
Este conflicto judicial coincide con la tramitación en Bruselas de una nueva directiva anticorrupción destinada a endurecer las sanciones por malversación. Este punto es utilizado por el Supremo para cuestionar la legalidad de la amnistía por desvío de fondos públicos, un argumento que Puigdemont espera haber neutralizado para marzo.


