Ceuta — Instituciones Penitenciarias ha abierto una investigación interna para aclarar presuntas irregularidades en varios contratos de mantenimiento y seguridad de la prisión de Mendizábal, en Ceuta, después de que una denuncia interna —según informa el periodico THE OBJECTIVE— señalara que un ingeniero cobró durante al menos tres años por servicios que no habría prestado. El profesional, durante el horario en el que debía trabajar en el penal, impartía clases como profesor interino en un instituto de la ciudad.
Un ingeniero ausente durante su jornada obligatoria
El denunciado, identificado como I.A.M., fue contratado por la empresa adjudicataria del mantenimiento integral de la prisión. Los pliegos oficiales establecen que el ingeniero debe cumplir jornada completa, de 8:00 a 15:00, con presencia física en el centro penitenciario.
La documentación consultada por THE OBJECTIVE indica que, durante ese mismo horario, el ingeniero ejercía como profesor interino en el IES Abyla, también en Ceuta, al menos durante los últimos tres cursos escolares. De este modo, habría simultaneado dos empleos públicos con horarios incompatibles sin cumplir las obligaciones establecidas en el contrato penitenciario.

Más contratos adjudicados al mismo profesional
La denuncia también revela que I.A.M. ha recibido de forma individual otros dos contratos adicionales dentro de Mendizábal, por un importe conjunto de 24.000 euros anuales: uno para el mantenimiento de la panadería del penal y otro, aprobado este mes, para el mantenimiento preventivo del centro.
Fuentes penitenciarias citadas por THE OBJECTIVE aseguran que estos servicios tampoco se estarían ejecutando adecuadamente. En el caso de la panadería, sostienen que las reparaciones las realizan trabajadores de la empresa adjudicataria del mantenimiento general, no el ingeniero contratado.
Las mismas fuentes afirman que la directora y el administrador de la prisión eran conscientes de que el ingeniero no cumplía su horario y que existía un “acuerdo verbal” para que acudiera al penal solo una o dos veces por semana. La denuncia habla de un posible caso de fraude y malversación que implicaría a empresas y administración.
Un incendio que destapó las deficiencias
El malestar por el mantenimiento se intensificó tras un incendio ocurrido en agosto en una sala técnica de la prisión de Mendizábal. Según recoge la denuncia, el fuego comenzó en un cuadro eléctrico sobrecalentado ubicado en una zona cuyo aire acondicionado llevaba tiempo sin funcionar.
La situación puso en riesgo a funcionarios, internos y familiares que ese día acudían a comunicar. En octubre, el Consejo de Ministros aprobó un contrato de emergencia de 222.000 euros para reparar los daños.
Fallos continuados en cámaras y alarmas
Desde hace más de un año se han detectado fallos en los sistemas de alarmas y videovigilancia. En junio de 2024, funcionarios alertaron a la dirección sobre la necesidad de sustituir baterías en las alarmas, pero la empresa responsable no ha atendido la petición. Medios locales han informado de problemas en cámaras que han dejado sectores del penal sin vigilancia operativa.
Investigación en marcha
La Inspección Penitenciaria revisa ahora si los contratos de mantenimiento y seguridad de la prisión de Mendizábal se han ejecutado correctamente. Los sindicatos piden desde hace meses que se depuren responsabilidades.
La investigación deberá determinar si el penal ha estado pagando durante años servicios que nunca se prestaron.



