El Sorteo Extraordinario de Navidad en Villamanín se vio afectado por un fallo administrativo que dejó sin respaldo oficial a alrededor de cincuenta participaciones vendidas por la comisión de fiestas local.
Un grupo de jóvenes encargados de vender 450 papeletas —que corresponden a 90 décimos divididos en participaciones de cinco euros, de los cuales cuatro iban destinados al juego y uno era donativo— no registró la totalidad de las participaciones en la administración de loterías. Un talonario con 50 papeletas y el dinero asociado quedó olvidado en el domicilio de uno de los organizadores, lo que impidió que estas participaciones contaran con la cobertura de los décimos oficiales.
Este suceso generó incertidumbre entre los habitantes y provocó numerosas consultas a nivel nacional sobre cómo funcionan las papeletas, la función de las asociaciones en la distribución y las responsabilidades legales involucradas.
Funcionamiento del sistema de papeletas
Las administraciones de Loterías y Apuestas del Estado comercializan exclusivamente décimos y resguardos oficiales. Las papeletas son gestionadas por asociaciones, clubes o comisiones de fiestas como comprobante de que el comprador tiene derecho a una parte del décimo, pero carecer del respaldo oficial convierte la papeleta en un documento sin valor económico frente a Loterías.
El procedimiento habitual establece que la asociación solicita un número a la administración, imprime y vende las papeletas, mientras que los décimos permanecen custodiados por el lotero. Antes del sorteo, la asociación entrega el dinero recaudado a la administración para canjearlo por los décimos correspondientes. Si no se entrega el talonario completo, las participaciones no se registran oficialmente.
Responsabilidades y distribución del premio
El lotero no asume responsabilidad en estos casos, ya que su función es únicamente cambiar el dinero por décimos. La comisión de fiestas asume la responsabilidad civil ante cualquier perjuicio derivado de su gestión.
En Villamanín, los organizadores han decidido renunciar al premio correspondiente a las participaciones adquiridas por ellos mismos, y el resto de ganadores aceptó una reducción proporcional para cubrir los cuatro millones de euros del premio. Estas cesiones se consideran donaciones y deben declararse ante Hacienda, sin que impliquen retenciones adicionales.
Si algún vecino decide presentar una reclamación fuera del acuerdo, podría solicitar medidas cautelares, aunque sólo dispone de un plazo de tres meses para cobrar. La validez legal y la distribución definitiva dependerán de que el acuerdo vecinal quede reflejado ante notario.
Consideraciones para futuras ocasiones
Rubén González, lotero de la Administración número 2 de La Pola de Gordón, encargada de distribuir el “Gordo” en Villamanín, indicó que únicamente atenderá reservas de décimos a asociaciones consolidadas para evitar situaciones similares. Este caso pone de manifiesto la necesidad de mantener un registro riguroso y consignar correctamente todas las participaciones para asegurar la validez de las papeletas.


