Miles de personas se congregaron este domingo en las calles de Santiago de Compostela para expresar su rechazo a la instalación de una macroplanta de celulosa en Palas de Rei, un proyecto impulsado por la empresa portuguesa Altri y su filial gallega Greenalia. La manifestación fue organizada por diversas plataformas ciudadanas y contó con el apoyo de partidos políticos de la oposición, sindicatos y grupos ambientalistas.
Antes del inicio de la marcha, Marta Gontá, presidenta de la Plataforma Ulloa Viva, y Xaquín Rubido, de la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa, criticaron el modelo industrial propuesto por la Xunta de Galicia. Según ellos, este proyecto amenaza con destruir el entorno natural de la comarca de A Ulloa y la ría de Arousa, afectando negativamente a miles de familias que dependen del sector agroganadero, pesquero y turístico.
Gontá enfatizó que los habitantes de la región están decididos a proteger su tierra y recursos naturales para las futuras generaciones. «Nuestras hijas van a heredar una ría productiva, una tierra fértil y aire y agua limpios. Y no es negociable», afirmó.
Por su parte, Rubido señaló que la Xunta carece de legitimidad para imponer este modelo productivo, que considera va en contra de los intereses de la mayoría social de Galicia. «La Xunta no puede callar a todo un país. Altri No«, fue el lema central de la marcha.
La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, destacó la «marea de dignidad» de los gallegos en esta manifestación histórica. Criticó el modelo «megacontaminante» que representaría la instalación de la planta y acusó al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, de actuar como un comercial de la multinacional. «Queremos vida y futuro y no queremos la macrocelulosa contaminante que no quiere Portugal«, concluyó Pontón.
El veterano dirigente nacionalista Xosé Manuel Beiras también elogió la movilización, subrayando que son los ciudadanos quienes deben defender su país frente a los poderes políticos y económicos que buscan explotarlo.
En respuesta a las protestas, Altri emitió un comunicado defendiendo su proyecto, asegurando que ha sido diseñado «con los más altos criterios de sostenibilidad, circularidad y respeto al medio ambiente». La empresa lamentó la percepción negativa de una parte de la sociedad y se comprometió a seguir dialogando con las entidades interesadas en conocer más sobre la iniciativa.
La marcha transcurrió en un ambiente festivo y reivindicativo, con numerosos carteles y consignas como «Si es tan buena que la lleven a Moncloa» y «El agua es nuestra y no de celulosa«. Los manifestantes rodearon la sede de la Xunta de Galicia, dejando claro su rechazo al proyecto de la macroplanta de celulosa.