El mercado de la vivienda en España para 2026 enfrenta retos significativos para la población. La persistente insuficiencia en la oferta de inmuebles continuará ejerciendo presión sobre los precios, aunque se prevé que la tasa de incremento sea menor en comparación con años anteriores.
En 2025, el sector experimentó resultados sin precedentes. Durante el tercer trimestre, el valor de la vivienda libre subió un 12,1% respecto al mismo periodo del año anterior, situándose en 2.153,4 euros por metro cuadrado, un nivel histórico desde 1995. Este aumento se observó en todas las comunidades y capitales provinciales, con más de la mitad registrando crecimientos de dos dígitos.
Las expectativas para las operaciones de compraventa en 2026 son moderadamente favorables, con una previsión de aumento del 4,9%, alcanzando aproximadamente 744.000 transacciones. A pesar de que la escasez de viviendas disponibles persistirá, los propietarios se beneficiarán de un mercado competitivo en el que las propiedades se comercializarán con rapidez.
El equilibrio entre la demanda y la oferta seguirá siendo crucial. Los expertos indican que, sin un aumento en la construcción de nuevas viviendas, el mercado tenderá a conservar estabilidad aunque con tensiones que limitarán una expansión marcada. La limitada oferta continuará siendo un tema central en los debates sobre vivienda a corto plazo.
En cuanto a precios, se prevé que sigan aumentando, pero con un ritmo más contenido que en años anteriores. Los especialistas anticipan un incremento medio entre el 3% y 4%, una caída notable frente a los aumentos del 14%-15% registrados en 2025. Esta moderación busca prevenir un sobrecalentamiento del mercado inmobiliario.
En relación con los costes hipotecarios, se espera un ligero aumento. Tras un periodo de tipos bajos impulsados por el Banco Central Europeo, el euríbor, índice de referencia para gran parte de los créditos, podría mantener niveles competitivos, aunque con posibilidad de incrementos respecto a los valores actuales. Los asesores aconsejan a los compradores no demorar sus decisiones, debido a que los costes futuros podrían resultar mayores.
La hipoteca fija mantendrá su popularidad entre quienes financian viviendas, debido a la estabilidad que ofrece en un entorno económico volátil. No obstante, en 2026 el número de nuevas hipotecas crecerá de forma más moderada, con un aumento estimado del 6,4% respecto a 2025. La carencia de ahorro inicial seguirá constituyendo un obstáculo para muchos potenciales compradores.
Simultáneamente, el acceso a la vivienda en alquiler continúa siendo complicado, en especial para jóvenes y familias con bajos ingresos. Se calcula que los precios de alquiler crecerán cerca del 7% interanual en 2026, lo que representa una carga sustancial para los arrendatarios, quienes destinan hasta el 47% de sus ingresos al pago del alquiler, muy por encima del 30% recomendado por organizaciones internacionales.
A pesar de las inquietudes manifestadas, los expertos coinciden en que no existen indicios de una burbuja inmobiliaria, ya que los fundamentos del mercado son más sólidos que en el pasado. Sin embargo, la situación actual implica un riesgo importante para la economía española, por lo que se recomienda al gobierno fomentar iniciativas de vivienda pública y asequible para hacer frente a los problemas crecientes en este sector.
