El esperado encuentro fotográfico entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el expresident catalán Carles Puigdemont vuelve a situarse en el centro de la agenda política. Tras múltiples aplazamientos, Junts busca aprovechar la necesidad del PSOE de concretar una reunión que, además de su contenido político, posee un gran valor simbólico.
Desde la formación de Puigdemont consideran que la reunión puede funcionar como una forma de rehabilitación pública para el líder independentista exiliado desde 2017. En La Moncloa, por su parte, reconocen la importancia que esta imagen podría tener en el contexto de las negociaciones con los partidos catalanes y en la estabilidad parlamentaria del actual mandato.
Aunque todavía no se ha fijado una fecha concreta, el diálogo entre ambas fuerzas políticas se ha intensificado, evidenciando que los gestos simbólicos continúan siendo un elemento clave en el panorama político español.
