Junts per Catalunya se enfrenta a un momento decisivo en su vínculo con el PSOE en un contexto de distanciamiento. El expresidente Carles Puigdemont, junto con la cúpula del partido, se congregan este fin de semana en Perpiñán para analizar el futuro del acuerdo que facilitó la investidura de Pedro Sánchez, casi dos años después de la aprobación de la ley de amnistía.
La directiva de Junts ha establecido que cualquier resolución acerca de mantener o finalizar la colaboración con los socialistas deberá contar con el respaldo de la militancia. La reunión en Perpiñán ocurre en un ambiente de crecientes discrepancias internas sobre la estrategia a adoptar en Madrid.
Este encuentro tiene como objetivo valorar el grado de cumplimiento de los compromisos que el Gobierno central asumió y definir la postura del partido para los próximos meses. Fuentes cercanas a la dirección reconocen que la desconfianza hacia el PSOE ha aumentado, y que un sector de la militancia propone romper con los socialistas para enfocar la agenda independentista.
Tras la reunión en Francia, Junts realizará una consulta a sus bases, con el fin de decidir el rumbo político del partido.