Durante la jornada diplomática en Pekín, una imagen destacó notablemente: Vladimir Putin y Kim Jong-un se despidieron con un abrazo doble tras su reunión en la capital china.
El encuentro tuvo lugar en el contexto del importante desfile militar organizado por China, evento al que ambos mandatarios asistieron. En su diálogo, Corea del Norte reafirmó su respaldo total a Rusia “en todo lo que necesite”, fortaleciendo los vínculos estratégicos entre ambos países en un contexto de tensiones internacionales.
La demostración de camaradería entre los líderes simbolizó no solo la proximidad entre Moscú y Pyongyang, sino que transmitió un mensaje político relevante en la actual arena geopolítica.