Ramón Alzórriz, vicesecretario general del Partido Socialista de Navarra (PSN) y hasta ahora portavoz en el Parlamento navarro, anunció este miércoles su dimisión luego de que se supiera que su pareja estuvo empleada hasta 2024 en Servinabar, empresa vinculada al denominado ‘caso Cerdán’. La investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil señala que Santos Cerdán, dirigente del PSOE, poseía el 45% de esta compañía, adjudicataria de los trabajos en los túneles de Belate.
La dimisión de Alzórriz ocurre en medio de la aparición de nuevos escándalos que afectan al PSOE, y contradice la versión de que la dirección del PSN desconocía estas circunstancias. Fuentes relacionadas con la investigación indican que la dirección socialista regional estaba al tanto de las relaciones empresariales implicadas.
Alzórriz, figura destacada en la estrategia del PSOE en Navarra y uno de los principales interlocutores con EH Bildu para lograr arrebatar la alcaldía de Pamplona a UPN, continuará como parlamentario pero renuncia a sus cargos de liderazgo político.
En la pesquisa, el nombre de Alzórriz surge en grabaciones de Koldo García, colaborador cercano a Cerdán, en las que se sugiere que la situación del dirigente podría agravarse. En uno de los audios se escucha: «Debe aprender mucho… que se cuide. Dejaremos que transcurra el tiempo».
La trayectoria pública de Alzórriz se ha caracterizado por declaraciones polémicas, particularmente en redes sociales, donde suele criticar a partidos de la oposición y defender con énfasis la gestión del PSOE. En mayo, ya contando con la información sobre este caso, afirmó en un vídeo que la derecha intentaba «derribar a los gobiernos democráticos» y llamaba a la «defensa de la democracia».
Uno de los episodios más controvertidos fue tras la visita de Pedro Sánchez a Paiporta, Valencia, tras la DANA. En redes sociales, Alzórriz calificó de «nazis» a algunos vecinos que protestaron contra el presidente y acusó a la derecha de «usar cualquier motivo para atacar la democracia».
El ex número dos de Chivite también manifestó públicamente apoyo a Santos Cerdán en las últimas semanas. El pasado 13 de junio definió la investigación como una «persecución» y manifestó estar «afectado» por la situación de su «amigo».
Su dimisión se suma a otras renuncias y movimientos internos que están afectando al PSOE en Navarra en medio del escándalo por las adjudicaciones públicas y aumenta la presión sobre la presidenta María Chivite, cuyo círculo cercano está directamente implicado en la trama.
