¿Quiénes son los protagonistas del conflicto?
En el reciente resurgimiento del conflicto sirio, dos alianzas principales se destacan entre los opositores al régimen de Bashar al Asad. La primera es liderada por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), un grupo yihadista que busca derrocar al gobierno sirio e instaurar un régimen basado en su interpretación de la Sharia. La segunda coalición está encabezada por el Ejército Nacional Sirio (ENS), respaldado por Turquía.
Por otro lado, el gobierno de Al Asad cuenta con el apoyo del Ejército Sirio y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), que incluyen milicias kurdas. Estas fuerzas han establecido una región autónoma en el norte de Siria, conocida como Rojava, que ahora se encuentra amenazada por la ofensiva yihadista.
Intervención de actores extranjeros
El conflicto en Siria no solo involucra a actores internos, sino también a potencias extranjeras. Rusia proporciona apoyo aéreo al gobierno de Al Asad, mientras que Irán y sus milicias aliadas, como Hizbulá, también están involucrados. Turquía, aunque apoya al ENS, ha negado estar detrás de la actual ofensiva y busca restablecer relaciones con Damasco.
Estados Unidos mantiene tropas en el noreste de Siria como parte de su campaña contra el Daesh y ha apoyado a las fuerzas kurdas en el pasado. Israel, aunque acusado por Irán de fomentar la ofensiva, ha realizado ataques en Siria contra objetivos vinculados a Hizbulá e Irán.
Contexto previo al resurgimiento del conflicto
Desde 2011, la guerra civil en Siria ha causado una devastación masiva, con miles de muertos y millones de desplazados. En 2020, una tregua mediada por Rusia y Turquía creó una zona desmilitarizada en Idlib, pero las escaramuzas continuaron. La relativa calma permitió al gobierno de Al Asad mejorar relaciones con países árabes y Turquía.
Desencadenantes de la nueva ofensiva
El 27 de noviembre, HTS rompió la tregua al entrar en la zona desmilitarizada, capturando rápidamente territorios en Alepo e Idlib. La ofensiva coincide con una percepción de debilidad en los aliados de Al Asad, debido a conflictos paralelos en Líbano, Gaza y Ucrania, que han distraído a Rusia e Irán.
La guerra con Israel ha debilitado a Hizbulá, facilitando el avance yihadista en Alepo. Además, la escalada de tensiones entre Irán e Israel ha afectado la presencia iraní en la región, mientras que Rusia enfrenta desafíos en Ucrania.
Conclusión
El resurgimiento del conflicto en Siria es un reflejo de las complejas dinámicas internas y externas que continúan alimentando la inestabilidad en la región. Con múltiples actores involucrados, tanto locales como internacionales, el futuro del país sigue siendo incierto, y la población civil continúa sufriendo las consecuencias de esta prolongada guerra.