Las adjudicaciones directas a Tragsa y Tragsatec siguen siendo motivo de crecientes críticas en Ceuta. Empresarios de la ciudad manifiestan que este sistema no solo eleva el coste de las obras públicas, sino que también reduce las posibilidades de empleo para trabajadores locales, ya que la contratación se realiza fuera, impidiendo a las empresas privadas de Ceuta competir por estos contratos.
Un proceso que excluye a las empresas ceutíes
En un territorio donde la obra pública y los contratos de servicios constituyen un pilar fundamental de la economía y el empleo, la asignación directa a Tragsa y Tragsatec afecta de manera notable. Cada vez que la Administración encarga directamente a estas empresas públicas, las compañías locales quedan fuera de la contienda, sin opción de presentar ofertas que puedan resultar más competitivas.
Esto se traduce en menos concursos públicos y, por ende, menos trabajos para las empresas ceutíes.
Reducción del empleo para los residentes en Ceuta
Una consecuencia relevante es la disminución de oportunidades de empleo para los ceutíes. Las empresas privadas locales contratan principalmente dentro del municipio, beneficiando a albañiles, electricistas, peones, vigilantes, administrativos, técnicos e ingenieros que enfrentan dificultades para obtener contratos estables.
Por el contrario, cuando los proyectos son gestionados por Tragsa o Tragsatec:
— Las contrataciones se originan fuera de la región.
— Frecuentemente se desplazan trabajadores provenientes de otras zonas.
— Los residentes en Ceuta suelen ocupar roles secundarios o no participar en el proceso laboral.
En consecuencia, proyectos que podrían fomentar el empleo local finalmente generan puestos fuera de la ciudad.
Costes elevados y menor retorno social para la ciudad
Las críticas también apuntan a que las obras realizadas por estas empresas públicas suelen implicar un mayor coste comparado con el que podrían ofrecer las empresas privadas. Esta diferencia financiera no se traduce en un aumento del empleo local, sino en una transferencia de recursos hacia administraciones externas.
En resumen, Ceuta desembolsa más y recibe menos beneficios directos.
Transparencia cuestionada y dudas sobre procesos internos de contratación
Más allá de los aspectos económicos y laborales, existe una creciente inquietud entre ciudadanos y empresarios respecto a la transparencia en los procesos de selección dentro de estas entidades públicas. La ausencia de concursos abiertos genera sospechas sobre posibles contrataciones preferenciales y la existencia de salarios superiores a los habituales en el mercado local, situaciones difíciles de replicar por las pymes en Ceuta.
Sin señalar hechos específicos, estas preocupaciones reflejan la percepción de que, mientras Ceuta busca impulsar empleo digno para su población, estas organizaciones públicas operan con mecanismos poco claros que no favorecen plenamente al territorio.
Ceuta debe fortalecer su tejido empresarial en lugar de desplazarlo
La prosperidad económica local depende de la capacidad de las empresas de la ciudad para acceder a contratos, crecer y generar empleo. Sin embargo, el aumento de encargos a Tragsa y Tragsatec fomenta un ciclo negativo:
— Reducción de contratos para el sector privado.
— Menos oportunidades laborales para el colectivo local.
— Debilitamiento de las empresas regionales.
— Dependencia creciente del sector público.
En un contexto de elevado desempleo, limitar la generación de empleo a través de licitaciones abiertas afecta directamente al desarrollo económico ceutí.
La necesidad de licitaciones transparentes para mejorar el empleo local en Ceuta
La práctica de adjudicar directamente a las empresas públicas, además de aumentar el precio de las obras, genera una significativa pérdida de oportunidades de trabajo para residentes en Ceuta. La crítica se centra no solo en el coste añadido, sino en la desigualdad social que supone excluir a los trabajadores y empresarios locales, quienes contribuyen con impuestos y mantienen su compromiso con la ciudad.
Es imprescindible implantar un procedimiento transparente que permita la competencia de las compañías privadas ceutíes y asegure que los proyectos financiados con recursos públicos generen empleo dentro de la ciudad. De no hacerlo, se comprometerá el futuro económico de Ceuta.



