El Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas ha dejado de ser un refugio temporal para unas decenas de personas en situación de calle. Gracias a un operativo ampliado de seguridad y apoyo municipal, cerca del 89% de quienes dormían en las terminales se ha movido a diferentes zonas de Madrid. Apenas un 11% ha recibido atención en instalaciones gestionadas por el Ayuntamiento, según datos recientes.
En la actualidad, el interior de las terminales muestra una realidad distinta: solo se observan viajeros habituales. La presencia constante de personas sin hogar, común en años anteriores, se ha reducido considerablemente.
No obstante, esta situación ha despertado preocupación entre algunos agentes de seguridad del aeropuerto, quienes manifiestan incertidumbre sobre la legalidad de ciertas instrucciones recibidas. “No tenemos claro si lo que se nos ordena realizar es conforme a la ley”, comentan bajo anonimato.
El Ayuntamiento justifica esta acción como parte de un plan de ordenación y apoyo social, aunque algunas entidades defensoras de personas sin hogar denuncian que se trata más de un desplazamiento forzado que de una resolución definitiva.
