El presidente desbloquea un plan de 10.500 millones para cumplir con la OTAN y alcanzar el 2% del PIB en defensa
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado luz verde al mayor aumento del gasto en defensa de la historia democrática española, con una inversión extraordinaria de 10.471 millones de euros para cumplir con el compromiso adquirido ante la OTAN: destinar el 2% del PIB a defensa antes de que finalice este año. La medida, que se ha adoptado sin el respaldo del Congreso ni de sus socios de gobierno, marca un giro drástico en la política de seguridad del Ejecutivo y evidencia la presión internacional ejercida por la Alianza Atlántica, la Unión Europea y Estados Unidos.
El nuevo Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa eleva el presupuesto total en esta materia a más de 33.000 millones de euros en 2025. El Gobierno ha justificado este desembolso como una necesidad estratégica: “Aunque no nos guste, hay enemigos a los que solo se les disuade así”, argumentó Sánchez durante su comparecencia.
El anuncio ha generado una fuerte controversia política. El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, criticó duramente la iniciativa, acusando a Sánchez de actuar «sin acuerdo del Consejo de Ministros, sin presupuestos y sin autorización del Congreso». Por su parte, Sumar, principal socio de coalición, rechazó el plan durante la reunión del Consejo de Ministros, llegando incluso a pedir que se retirase del orden del día.
A pesar de las tensiones internas, el Ejecutivo ha enviado ya el plan tanto a la OTAN como a la Comisión Europea, en vísperas de una reunión clave del comité de planificación de la Alianza. La medida se presenta también como una oportunidad de reindustrialización, innovación tecnológica y generación de empleo, en un intento por suavizar el mensaje militarista y desactivar críticas.
El Gobierno recalca que esta decisión forma parte de una estrategia para reforzar la industria de defensa nacional y extender los corredores industriales a nuevas regiones. Alrededor de 6.000 millones se destinarán a material militar, incluidos 2.000 millones para armas y munición.
Sánchez, consciente de la soledad política que implica esta medida, ha hecho un llamamiento a la “empatía” de sus socios para no escenificar una ruptura cuando explique el plan en el Congreso: “Esta es una cuestión de país, en la que todos debemos arrimar el hombro”.
