El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, acompañado del Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, realizará un viaje oficial a Marruecos este miércoles. Este desplazamiento refleja el esfuerzo continuo de España por fortalecer los lazos con Marruecos, un «país vecino, amigo y socio estratégico» en diversos ámbitos. Esta visita, que ocurre más de un año después de la Reunión de Alto Nivel (RAN) entre ambos países, subraya la importancia de Marruecos en la política exterior española y se produce en un momento de reconstrucción de relaciones tras la crisis diplomática del 2021.
La visita de Sánchez a Rabat se produce en un contexto delicado, marcado por recientes tensiones diplomáticas y desafíos en la relación bilateral. Este viaje se realiza tras recientes tensiones en la relación bilateral, incluyendo el aplazamiento de una visita del Ministro Albares a Argelia y en medio de preocupaciones por el narcotráfico en el estrecho de Gibraltar, destacado por la reciente muerte de dos agentes de la Guardia Civil en Barbate (Cádiz). La visita también sigue a un cambio en la postura del Gobierno español respecto al Sáhara, apoyando el plan de autonomía marroquí, lo que provocó tensiones con Argelia.
Además, la visita se produce en un momento en que varios acuerdos de la RAN de 2023 aún están pendientes, incluyendo la reapertura de las aduanas de Ceuta y Melilla y la colaboración en la lucha contra el narcotráfico. También se abordará la organización conjunta del Mundial de Fútbol 2030 entre Marruecos, España y Portugal.
En Ceuta, las nuevas contrataciones de trabajadores transfronterizos de Marruecos se están encontrando con obstáculos significativos. Una decisión de Marruecos, de la que las autoridades españolas en Ceuta no han sido informadas, está impidiendo que los marroquíes sean contratados como trabajadores transfronterizos, especialmente en labores del hogar, debido a la no validez de los visados de 24 horas específicos para Ceuta.
Este problema está afectando seriamente a las familias en Ceuta que, tras completar todos los trámites necesarios, se encuentran con la imposibilidad de finalizar el proceso de contratación debido a que los trabajadores no pueden cruzar con el visado emitido por el consulado. La situación está causando frustración y dificultades tanto para los empleadores como para los trabajadores potenciales.
Además, el Pleno de la Asamblea de Ceuta ha acordado, con el apoyo de PP, PSOE y MDyC, instar al Gobierno nacional a emplear los medios necesarios para controlar la entrada irregular en Ceuta y garantizar que la estancia de migrantes en situación irregular se limite a la capacidad de los recursos de acogida. Esta decisión subraya la presión migratoria que enfrenta Ceuta y la necesidad de una respuesta coordinada y efectiva a nivel nacional.
El viaje representa un intento por parte del Gobierno español para fortalecer las relaciones diplomáticas y económicas con Marruecos y abordar desafíos compartidos, especialmente en materia de seguridad y comercio.
