El inicio de septiembre se presenta como un período complejo para el Ejecutivo, debido a tres procesos jurídicos que podrían aumentar la tensión política.
En primer lugar, Begoña Gómez, esposa del presidente, ha sido convocada a declarar en una investigación que sigue generando controversia en torno a su persona. Además, se ha iniciado un juicio oral contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, quien enfrenta su propio proceso en un momento de particular sensibilidad institucional.
Al mismo tiempo, el denominado caso Koldo continúa avanzando con nuevos informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que incrementan la presión sobre un expediente que ya había impactado a las filas socialistas.
Estos tres asuntos judiciales coinciden con la reanudación de la actividad parlamentaria tras el verano y tienen el potencial de influir en la agenda política del Gobierno, que deberá gestionar esta ofensiva tanto judicial como mediática en el comienzo del curso.
