SOS Desaparecidos ha alzado la voz contra las autoridades tras la trágica riada que azotó Valencia debido a la DANA. Según Joaquín Amills, presidente de la asociación, la catástrofe no fue solo consecuencia del fenómeno meteorológico, sino de una falta de previsión y alerta que dejó a la población vulnerable.
El 29 de octubre, la asociación recibió miles de llamadas de personas desesperadas por la ineficacia de los sistemas de emergencia. Amills destacó que el colapso del 112 agravó la situación, dejando a muchas familias sin respuestas en momentos críticos.
Para enfrentar esta situación, SOS Desaparecidos ha formado un equipo técnico con abogados y expertos en emergencias para evaluar las acciones legales pertinentes. La intención es buscar justicia para las familias afectadas, sin perseguir beneficios económicos.
Hasta ahora, 24 familias se han unido a esta iniciativa, todas ellas con seres queridos fallecidos en circunstancias trágicas durante la riada. Amills subraya que las muertes ocurrieron antes de que se emitieran los primeros avisos oficiales, lo que evidencia una negligencia grave por parte de las autoridades.
La asociación ha emitido un comunicado donde acusa a los responsables de negligencia, omisión del deber, imprudencia y falta de responsabilidad. Critican la falta de protocolos efectivos y la tendencia de las autoridades a culparse mutuamente en lugar de asumir responsabilidades.
Amills cuestiona por qué en otras regiones como Andalucía, las medidas funcionaron adecuadamente mientras que en Valencia no. Insiste en que no se trata de improvisación, sino de seguir leyes y protocolos establecidos que deben ser cumplidos por todos los niveles de gobierno.
La denuncia de SOS Desaparecidos busca no solo justicia para las víctimas, sino también un cambio en la gestión de emergencias para evitar que tragedias similares ocurran en el futuro. La asociación espera que su acción legal sirva como un llamado de atención para mejorar los sistemas de alerta y respuesta ante desastres naturales.