El Patronato del Museo Guggenheim Bilbao ha decidido cancelar oficialmente la expansión prevista en la comarca vizcaína de Busturialdea-Urdaibai. Esta resolución fue anunciada después de dos años de estudio sobre la factibilidad del proyecto, que se había iniciado hace 17 años y cuenta con la participación de directivos estadounidenses y autoridades vascas.
En su reunión de cierre del año, el órgano de gobierno del museo, con presencia del Ejecutivo vasco y la Diputación Foral de Bizkaia, concluyó que el proyecto no era factible. La propuesta original, fechada en 2008, contemplaba la construcción de dos nuevas sedes en Gernika y Murueta, ubicadas en la zona protegida de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.
La diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, junto con la consejera de Cultura, Ibone Bengoetxea, y la directora del museo, Miren Arzalluz, comunicaron esta compleja pero responsable decisión. Se fundamenta en múltiples obstáculos acumulados, entre ellos incertidumbres jurídicas y restricciones territoriales, urbanísticas y medioambientales.
La paralización surge tras un período de análisis otorgado por el Patronato para valorar el futuro de la ampliación. Durante estos dos años, se evidenció que continuar con el proyecto implicaría un proceso muy extenso y complejo, sin garantías suficientes para un desarrollo de esta envergadura.
Etxanobe destacó que desde el inicio se entendieron las dificultades relacionadas con el entorno legal y ambiental que el proyecto implicaba. Asimismo, señaló que las dudas sobre la normativa de servidumbre en Urdaibai y los trámites urbanísticos, que no se prevé resueltos antes de 2031, complicaron aún más la continuidad del plan.
Con esta pausa, la planificación futura se orienta hacia el desarrollo de Busturialdea-Urdaibai y el respaldo continuado al Museo Guggenheim Bilbao. Se aprovechará el conocimiento obtenido en este proceso para la elaboración del próximo plan estratégico 2027-2030.
El proyecto inicial fue presentado en junio de 2008, con una inversión estimada en 100 millones de euros. Su objetivo era impulsar de forma relevante tanto el territorio histórico de Bizkaia como el País Vasco, conjugando arte, sostenibilidad y entorno natural con la economía local.
A pesar de su potencial, la iniciativa enfrentó una fuerte oposición social y comunitaria. La plataforma “Guggenheim Urdaibai Stop” destacó como una crítica principal, señalando la falta de transparencia y los posibles impactos negativos en la Reserva de la Biosfera. En diversas manifestaciones multitudinarias, la ciudadanía manifestó su rechazo, argumentando que el proyecto no respondía a las verdaderas necesidades comunitarias y priorizaba intereses privados sobre el patrimonio natural y cultural.


