La sesión final de control del año en el Parlamento de Galicia se tornó en un intercambio de reproches de alta intensidad entre el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y la portavoz del BNG, Ana Pontón. La controversia desatada en el PSdeG tras las acusaciones por presunto acoso sexual a un dirigente de Lugo protagonizó el debate, poniendo el foco en el rumbo de la Diputación lucense y la postura de los partidos frente a la violencia machista. Entre mutuas críticas y acusaciones de falta de coherencia, la sesión evidenció las profundas diferencias entre Gobierno y oposición en vísperas de las fiestas navideñas.
El PSdeG bajo el escrutinio
El pleno arrancó con un contundente discurso de Ana Pontón, que defendió el feminismo y la tolerancia cero frente a actitudes machistas, insistiendo en la necesidad de actuar con determinación sin importar el origen de la agresión. La dirigente nacionalista criticó que la respuesta política ante los recientes escándalos en el entorno socialista no haya sido siempre adecuada, y exigió que no se retroceda en materia de igualdad.
Por su parte, Alfonso Rueda respondió llevando la discusión hacia las alianzas políticas. Interrogó al BNG acerca de su postura en la Diputación de Lugo, donde debe decidir si continúa apoyando al PSOE luego de la dimisión del dirigente implicado. “¿Qué decisión tomarán el 14?”, preguntó Rueda reiteradamente, sugiriendo que el Bloque prioriza evitar una ruptura con sus socios por encima de su imagen pública.
Intercambio de críticas y señalamientos
La discusión alcanzó mayor intensidad cuando ambos líderes sacaron a colación episodios pasados para cuestionar la coherencia del adversario:
- Rueda le reprochó a Pontón no haber condenado expresiones machistas emitidas por sindicatos hacia miembros de la Xunta y la acusó de impartir «clases de feminismo» mientras respalda a un PSOE afectado por una crisis interna.
- Pontón replicó recordando la gestión de Rueda frente a una denuncia por agresión sexual contra un exconselleiro, señalando que el presidente mantuvo al acusado en el cargo durante varios meses pese a estar al tanto de las acusaciones.
La portavoz nacionalista elevó el tono al declarar que a Rueda le son indiferentes las mujeres y que su único objetivo es el poder por el poder. Mientras tanto, el jefe del Ejecutivo gallego concluyó la sesión criticando el papel victimista de Pontón y cuestionando su falta de claridad respecto a si permitirá que el PP gobierne en Lugo tras el escándalo en el PSOE.


