El Ministerio de Trabajo ha oficializado un permiso laboral que permite a los empleados ausentarse hasta cuatro días con la totalidad del salario en caso de condiciones climáticas extremas —como lluvias intensas, nieve, inundaciones o alertas severas— que dificulten un desplazamiento seguro al lugar de trabajo.
La reciente modificación legal, incluida en el decreto aprobado para responder a los efectos de la DANA de 2024, introduce en el estatuto de los trabajadores un derecho novedoso: el denominado permiso climático. Este concede la posibilidad de ausentarse con sueldo durante un máximo de cuatro días si el clima extremo impide el acceso seguro al centro laboral o representa un peligro para el empleado.
La medida se activa cuando las autoridades declaran alertas meteorológicas de nivel naranja o rojo debido a fenómenos como lluvia, nieve, inundaciones, viento, olas de calor u otras situaciones graves, y no es factible trabajar a distancia. En estos casos, la ausencia se remunera íntegramente, incluye cotización y no implica descuento salarial.
Este permiso tiene como objetivo resguardar la salud y seguridad de los trabajadores, evitando desplazamientos bajo condiciones riesgosas. Asimismo, reconoce el impacto creciente del cambio climático sobre la dinámica laboral y permite adaptarse a eventos extremos cada vez más habituales.
Desde su implementación, el Ministerio de Trabajo ha puntualizado que esta medida es un derecho y no un beneficio excepcional: en emergencias, la prioridad es asegurar la integridad del personal. Por su parte, las empresas deben respetar esta prerrogativa y no exigir la recuperación de los días, salvo acuerdo explícito en los convenios colectivos.
Información clave para los trabajadores
- El permiso se aplica hasta por cuatro días con remuneración cuando existen alertas meteorológicas graves.
- No se requiere recuperar las jornadas ni se pierde salario.
- Es válido únicamente cuando el traslado al trabajo es peligroso o inviable, no ante simplemente mal tiempo.
- Las compañías están obligadas a respetar el permiso; negarlo podría acarrear sanciones.
Con esta regulación, España adapta su legislación laboral a la realidad climática y a los retos del cambio climático. El “permiso climático” reconoce que los eventos extremos pueden poner en riesgo la seguridad laboral, constituyendo un avance en la protección del trabajador, la prevención de riesgos y la corresponsabilidad ante fenómenos cada vez más frecuentes.
