En su primera gira internacional tras su retorno a la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó con Arabia Saudí un acuerdo que calificó como “el mayor pacto de Defensa de la historia”. Este convenio potencia de forma significativa la cooperación militar entre ambos países y afianza la posición estratégica de Washington en la región.
Aunque los detalles completos del acuerdo no han sido divulgados, se sabe que incluye una considerable venta de armamento y tecnología militar avanzada. Además, contempla compromisos conjuntos en seguridad regional, lucha contra el terrorismo y desarrollo tecnológico en defensa.
La visita de Trump a Oriente Próximo llega en un momento de crecientes tensiones entre Estados Unidos y sus aliados tradicionales en la zona. Las relaciones con Israel y Arabia Saudí —históricamente cercanas— están atravesando una fase de distanciamiento debido a desacuerdos en temas como el conflicto palestino-israelí, Irán y los cambios geopolíticos tras las últimas administraciones estadounidenses.
A pesar de tales diferencias, el convenio firmado con Riad busca reconstruir la confianza mutua y reafirmar el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de sus socios estratégicos en Oriente Medio. “Este acuerdo es un paso histórico para garantizar la estabilidad regional y proteger los intereses compartidos”, afirmó Trump durante una rueda de prensa conjunta con representantes saudíes.
La gira proseguirá con visitas oficiales a Jerusalén y otros lugares clave, en un esfuerzo por reposicionar a Estados Unidos como actor central en el complejo panorama político de Oriente Próximo.
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