La administración del presidente estadounidense, Donald Trump, se prepara para revisar y evaluar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Marruecos, el único acuerdo de este tipo firmado por Estados Unidos con un país africano. Esta decisión se toma en un contexto donde Washington busca frenar lo que considera una elusión por parte de China de las «medidas impuestas» mediante su presencia en Marruecos para exportar a Europa y Estados Unidos, aprovechando los acuerdos de libre comercio, mientras lidia con una creciente guerra de aranceles con Europa.
En sus negociaciones con Marruecos, Estados Unidos se centrará en fortalecer los actores económicos estadounidenses, mejorar los mercados privados y públicos, y reducir la influencia china en la región. Según fuentes de Africa Intelligence, los principales fabricantes de baterías eléctricas chinos, que continúan estableciendo operaciones en Marruecos, siguen de cerca los desarrollos relacionados con este asunto.
El gobierno de Trump busca limitar las opciones que los inversores chinos emplean para sortear las barreras y los impuestos impuestos por Estados Unidos sobre varios productos, especialmente en un momento en el que el país se enfrenta también a tensiones comerciales con Europa. A la par, otros países asiáticos, como Corea del Sur, han suspendido sus proyectos de inversión en Marruecos, a la espera de conocer la posición de la nueva administración estadounidense respecto al seguimiento de las materias primas chinas.
El Tratado de Libre Comercio
El Tratado de Libre Comercio entre Marruecos y Estados Unidos fue firmado el 15 de junio de 2004 en Washington y entró en vigor el 1 de enero de 2006. Este acuerdo tiene como objetivo fortalecer el comercio entre ambos países mediante la eliminación gradual de barreras arancelarias y comerciales, cubriendo productos agrícolas, industriales, servicios, derechos laborales, política ambiental y propiedad intelectual.
Productos Agrícolas y Servicios Industriales
El acuerdo regula la exportación e importación de productos agrícolas a través de cupos específicos y la gradual eliminación de los aranceles aduaneros. Productos como tabaco, algodón, maní, azúcar, carne de res y productos lácteos se beneficiarán de estas condiciones. Para ciertos productos sensibles de Marruecos, como la leche, las almendras o el trigo, se han concedido plazos de desgravación que varían entre 10 y 25 años.
En cuanto a los productos y servicios industriales, el TLC permite un acceso recíproco a los mercados sin aranceles inmediatos ni graduales, lo que ha impulsado sectores clave como el automotriz, la aviación y la tecnología.
Impacto en el Comercio Bilateral
Desde su implementación, el comercio bilateral ha experimentado un notable crecimiento, pasando de aproximadamente 1.300 millones de dólares en 2006 a 5.500 millones de dólares en 2023. No obstante, Marruecos sigue enfrentando un déficit comercial con Estados Unidos, que se estima alcanzará los 1.800 millones de dólares en 2023.
A pesar de este aumento en el comercio bilateral, algunos analistas creen que el acuerdo no ha cumplido completamente con las expectativas económicas de Marruecos, debido al déficit comercial persistente y al impacto limitado en sectores tradicionales como el textil. Sin embargo, el acuerdo ha favorecido la atracción de inversiones estadounidenses en Marruecos, con unas 150 empresas estadounidenses operando actualmente en el país, además de apoyar el desarrollo de sectores como los coches eléctricos y los fertilizantes.
La futura revisión de este acuerdo por parte de la administración Trump podría ser un punto de inflexión en las relaciones comerciales entre ambos países, en medio de un panorama económico global tenso debido a la guerra de aranceles con Europa y las políticas comerciales con China.