El 25 de diciembre, soldados ucranianos destacados en el frente de Zaporiyia conmemoraron la Navidad en circunstancias adversas, ubicados a escasos kilómetros de la zona de combate más activa del país, mientras continúa el conflicto con Rusia sin indicios de pausa.
Con temperaturas bajo cero y bajo la permanente amenaza de drones y ataques, integrantes de la 128.ª Brigada de Montaña de Asalto se reunieron frente a una caravana adaptada como capilla improvisada, en la que un sacerdote militar ofició una misa navideña. Esta ceremonia, realizada a poco más de 20 km de una área con alta presencia de drones, representó un momento de recogimiento en medio de semanas de intensos enfrentamientos.
El ambiente entre los soldados combinó la solemnidad con la festividad: mientras entonaban villancicos tradicionales y reflexionaban sobre lo que vendrá, compartieron relatos de compañeros caídos y familiares ausentes en estas fechas. El constante zumbido de aviones y drones sobre sus cabezas recordaba que para ellos la guerra persiste incluso en Navidad.
Este contexto coincide con un escenario bélico marcado por ataques rusos intensos en diversas regiones de Ucrania durante la Nochebuena y Navidad, sin observancia de un alto el fuego festivo. Informes oficiales reportan víctimas civiles y daños en infraestructuras críticas en varios puntos del país.
La celebración de estas fechas, vivida por muchos ucranianos que luchan por la paz y estabilidad nacional, se desarrolla en medio de incertidumbre y combates continuos, con la esperanza de un cese de hostilidades que todavía parece lejano.
