El pasado 28 de agosto envíe a todos los medios de comunicación de la ciudad una opinión sobre la actuación del grupo K-Baianos, tras la polémica suscitada acerca de su caché y la comparación que se establecía con respecto a otras bandas locales.
Han pasado aproximadamente tres semanas desde que enviara el artículo respecto a esta contratación musical y aún no he visto publicado mi escrito.
Cuando se lo dije a un amigo, mi intención de que mi oponión fuera tenida en cuenta por los medios, este se burló de mi y aparte de llamarme iluso, me advirtió de que lo que yo pienso no tendría recorrido en prensa.
Pues sí, tenía razón. Como mi amigo me comentó, muchos medios digitales están sometidos a su propia autocensura y me pregunto ¿por qué?. No vio la luz mi comentario.
Pues no hay que ser muy sabio para comprender que si los medios le ‘tocan las narices’ a la Ciudad Autónoma se arriesgan a perder los ingresos por publicidad, y esto es sagrado para ellos. No es precisamente un minucia de lo que se nutren estos medios de este modo.
Todos conocemos lo que representa obtener pingües dineros de lo público y, por eso, ciertas personas, algunos consejeros, algunas instituciones, se convierten en intocables.
Y aquí ya me acuerdo de los empresarios que todos conocemos, los Bolorino y compañía, la UTE capitaneada y gestionada por Pablo Guerra y junto a ellos una amalgama de personajillos que le bailan el agua a algunos consejeros del Gobierno de la Ciudad, ya que si no lo hacen ponen en riesgo sus ganancias.
Sin embargo, han puesto en la picota a otros, como al portavoz y consejero de Fomento. Ya hicieron esta práctica con la consejera Mabel Deu (fuera de la política) y ahora con Pilar Orozco, titular de la Consejería de Educación y Cultura en la actualidad.
Y a los suyos, y por ahí va el nombre del artículo «uno de los nuestros», siendo los más responsables sobre ciertos asuntos que les interesa, ni los nombran.
No les parece extraño que el consejero de Comercio, Turismo y Empleo, Nicola Cecchi, que firmó el contrato de K-Baianos no sea nombrado por la UTE de Guerra.
Y del hotel Puerta de África, ¿qué me dicen?. Cecchi es el presidente del Consejo de Administración de la sociedad Puerta de África y parece que en lo del incendio ‘ni pincha ni corta’. Cecchi, como muchos saben, está relacionado a través de la Cámara de Comercio con los gestores de otro hotel de la ciudad, un establecimiento privado que es competencia del que la UTE de Guerra critica por reabrir paulatinamente, pese a existir un informe de la Consejería de Fomento. Qué casualidad que otro editor de la UTE tiene una propiedad hotelera, además de tener en su equipo de un órgano para fomentar el desarrollo empresarial, al propio Nicola. Me redirijo al título: «Uno de los nuestros».
¿No será que no quieren que abra el hotel de la Ciudad, ni parcial ni totalmente, porque no les interesa? A buen entendedor… Que se hable de los responsables y no pongan de cabeza de turco al consejero de Fomento, Alejandro Ramírez, o a la consejera de Educación y Cultura, Pilar Orozco, como ejemplos más flagrantes en los últimos tiempos.
Volveré a mandar el escrito a todos los medios, sobre todo a los digitales, cuyo coste es menor que los de papel y sus ganancias procedentes de la publicidad que se paga con dinero público y a precio de oro ya que por un anuncio de iguales dimensiones o duración casi paga 100 veces más la Ciudad que un particular.
Y lo volveré a hacer porque como ciudadano que paga impuestos tengo derecho a dar mi opinión y hacerla pública con el respeto al que me debo.
Ah, y recordar a la UTE de estos señores que cada artista tiene su caché y que llegar a Ceuta es caro, que no viene solo el cantante sino todo su equipo técnico con el correspondiente material.
Así que aplico aquí la frase «al pan, pan, y al vino, vino».
Muchas gracias y espero ver publicado el artículo.
