El reencuentro entre Montoya y Anita en ‘La isla de las tentaciones’ se convirtió en uno de los momentos más tensos de la temporada. Tras meses sin verse, la expareja se encontraba en un escenario marcado por los reproches, las traiciones y un inesperado invitado: Manuel, el tercer protagonista de este triángulo amoroso.
Todo comenzó cuando Manuel irrumpió en medio del reencuentro, asegurando que había llegado el momento de darle el “estoque final” a Montoya. La tensión creció de inmediato cuando Manuel confesó haber mantenido encuentros con Anita fuera del programa, pese a que ella intentaba reconstruir su relación con Montoya. «Fuera nos hemos visto varias veces… yo no quería nada serio con ella y ella lo sabe. Nunca la he engañado», aseguraba Manuel.
Esta revelación dejó a Montoya atónito, pero lo peor estaba por llegar. Manuel, sin tapujos, añadió detalles sobre los encuentros con Anita, admitiendo que en una ocasión se habían visto en Barcelona y que ella había viajado a Madrid para visitarlo. La revelación fue un golpe demoledor para Montoya, quien no pudo contener su indignación: «¡Ahora lo estoy entendiendo todo! Te defendía porque no te olvidaba. Y por eso, cuando yo me fui, volvió contigo. Y después conmigo».
El enfado de Montoya llegó a su punto máximo cuando Manuel le espetó: «¿Sabes lo que te duele? Que te he levantado la novia en cinco días». Fue entonces cuando el de Utrera, furioso y decepcionado, tomó una decisión drástica: «¡Defiéndelo una vez más, yo me voy de aquí!». Acto seguido, abandonó la sala gritando: «¡Lamentable! ¡Esto es una mentira! ¡Es vergonzoso!».
Su salida no fue una simple muestra de rabia, sino una prueba para Anita. Montoya esperaba que ella corriera tras él, lo que nunca ocurrió. «¡Ahí se ve lo que te importo y lo que quieres conseguir!», exclamó al darse cuenta de que Anita se quedaba inmóvil en el set.
Más adelante, en una conversación con Sandra Barneda, Montoya confirmó que sentía rencor hacia Anita y que el dolor provocado por su traición seguía presente. Manuel, por su parte, continuó desvelando información comprometedora, llegando a confesar que había estado en casa de Anita durante cinco días. «¡Tengo mensajes tuyos diciéndome que paremos de hablar porque está llamando este (Montoya) a la puerta!», reveló Manuel, dejando a todos boquiabiertos.
Antes de esta explosiva discusión, Montoya ya había irrumpido en la sala enfadado tras escuchar a Anita asegurar que no quería ver a Manuel porque su intención era intentarlo de nuevo con Montoya. «¡¿Pero qué tonterías son esas?!», preguntó indignado. A pesar de las lágrimas y las disculpas de Anita, Montoya se mostró inflexible: «Para mí fue una estaca», aseguró, recordando el dolor que le causó la traición en la República Dominicana.
Este reencuentro dejó claro que las heridas entre Montoya y Anita aún no han sanado. Aunque Anita insistía en que siempre había tenido a Montoya como prioridad, el andaluz ya no creía en sus palabras. «Si de verdad sentías algo por él, ¿por qué te acostabas conmigo?», le preguntó Manuel, poniendo el broche de oro a un reencuentro marcado por la decepción y la falta de confianza.
Con un Montoya roto y una Anita tratando de justificarse, queda claro que este triángulo amoroso ha llegado a un punto sin retorno. Lo que empezó como una historia de amor, terminó con un dramático «Ahí te quedas, yo me voy» que resuena como la sentencia definitiva de esta relación.
